Niels Bohr. Copenhage, 1935 (Wikipedia).
El modelo atómico de Bohr (1913) es una explicación mecano-cuántica a la discontinuidad del espectro atómico, que surge de la contradicción del modelo planetario de Rutherford (1911) con las leyes de Maxwell (una carga eléctrica acelerada debe emitir ondas electromagnéticas) y su imposibilidad de explicar la discontinuidad del espectro atómico (si los átomos se mueven en órbitas circulares, el espectro debería ser continuo), cuyos tres postulados fundamentales son:
$$L = m_evr = n \frac{h}{2\pi}$$
donde me es la masa del electrón —9,1093837015·10–31 kg (Tiesinga et al. 2021)—, v la velocidad del electrón (m·s–1), r el radio de la órbita (m), h la constante de Planck o cuanto —6,62607015·10–34 J·Hz–1 (Tiesinga et al. 2021)— y n el nivel de energía o número cuántico principal ($n = 1,2,3,\ldots \in \mathbb{N}$). Las leyes de Maxwell no imponen una restricción permitiendo la variación continua del momento angular y, por ende, del radio orbital.
$$E_{\text{fotón}} = \Delta E = E_{\text{final}} – E_{\text{inicial}} = hf=h \dfrac{c}{\lambda}$$
donde f es la frecuencia del electrón (Hz), c la velocidad de la luz en el vacío —299792458 m·s–1 (Tiesinga et al. 2021)— y λ la longitud de onda (m–1). Las leyes de Maxwell predicen que el electrón debe acelerarse y caer en una trayectoria espiral hasta el núcleo mientras irradia energía de forma continua produciendo un espectro continuo, sin embargo, en este postulado se rompe la relación entre la frecuencia de la órbita del electrón y la frecuencia del fotón, ya que esta última solamente depende de la diferencia de energía (mecánica) del electrón entre dos niveles de energia, algo contraintuitivo en la Mecánica clásica.
Figura 1.1. Liberación de un fotón como liberación de energía debido al salto de un electrón desde un nivel de energía superior a uno inferior (Chang 2006).
Para calcular la energía mecánica del electrón en la órbita permitida se necesita deducir el radio de la órbita (r), el cual se obtiene a partir del equilibrio entre la fuerza electrostática debida a la atracción del electrón (qe) por parte del protón del núcleo (qp) —ley de Coulomb (1785)— y de la fuerza centrípeta debida a la segunda ley de Newton (ley de la dinámica):
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{q_pq_e}{r^2}=m_ea_n,$$donde ε0 es la permitividad del vacío —su valor es 8,8541878128·10–12 F·m–1 (Tiesinga et al. 2021)—, y teniendo en cuenta que qp y qe se pueden sustituir por +Ze —en el átomo de hidrogeno Z = 1 y |qp| = |qe| = e = 1,602176634·10–19 C (Tiesinga et al. 2021)— y que en un movimiento circular $a_n=v^2/r$, se tiene:
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r^2}=m_e\dfrac{v^2}{r},$$donde me es la masa del electrón —su valor es 9,1093837015·10–31 kg (Tiesinga et al. 2021)—, v es la velocidad orbital del electrón (m·s–1) y r la distancia al núcleo (m). Por otro lado, del segundo postulado $L = m_evr = n \frac{h}{2\pi}$ se despeja la velocidad orbital del electrón:
$$v = \frac{nh}{2\pi m_er}$$que al sustituir en la ecuación de equilibrio de fuerzas resulta:
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r^2}=m_e\frac{(\frac{nh}{2\pi m_er})^2}{r}=\frac{n^2h^2}{4\pi^2m_er^3},$$y se despeja el radio orbital (r):
$$r=\frac{n^2h^2\epsilon_0}{\pi m_eZe^2}.$$Una vez determinado el radio, la energía cinética asociada al electron en la órbita (Ec) es:
$$E_c=\dfrac{1}{2}m_ev^2=\dfrac{1}{2}(\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r})=\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0r},$$y la energia potencial (Ep):
$$E_p=-2E_c=-\dfrac{Ze^2}{4\pi\epsilon_0r},$$cuyo signo negativo implica atracción del electrón por el núcleo, resultando finalmente la energía mecánica (Em):
$$E_m=E_c+E_p=-\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0r}.$$Si se sustituye el radio en la ecuación anterior se tiene Em dependiente únicamente del nivel de energía (n) y de constantes universales:
$$E_m=-\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0(\frac{n^2h^2\epsilon_0}{\pi m_eZe^2})}=-\dfrac{Z^2e^4m_e}{8\epsilon_0^2n^2h^2}.$$Si se aglutinan todas las constantes naturales en una sola, la denominada constante de Rydberg $R_H=\dfrac{e^4m_e}{8\epsilon_0^2h^2}$ — 13,605693122994 eV o su equivalente es 2,1798723611035·10–18 J (Tiesinga et al. 2021)—, se tiene:
$$E_m=-\dfrac{ZR_H}{n^2}\simeq-13,6\dfrac{Z}{n^2}.$$Entonces, para el átomo de Hidrogeno (Z = 1), la energia mecánica asociada a cada electrón en los diferentes niveles de energía (n = 1, 2, 3…) es:
$$E_1\simeq-13,6\dfrac{1}{1^2} =-13,6 eV,$$ $$E_2\simeq-13,6\dfrac{1}{2^2} =-3,4 eV,$$ $$E_3\simeq-13,6\dfrac{1}{3^2} =-1,51 eV,$$de lo que se deduce que en el infinito el electrón está liberado, ya que $E_\infty = 0 eV$. Entonces, de acuerdo con los valores de la energía mecánica anterior y al tercer postulado ($E_{\text{fotón}} = \Delta E = E_{\text{final}} – E_{\text{inicial}} = hf=hc/ \lambda$), se obtienen los mismos valores de longitud de onda para la serie serie de Balmer (1885), como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. Comparación de los resultados de longitud de onda obtenidos por Bohr (1913) y la serie de Balmer (1885).
| Espectro | Nivel de energía, n | Efotón = En – E2 (J) | Predicción de Bohr (1913), λ (nm) | Predicción de Balmer (1885), λ (nm) | Error, Ea (nm) |
| H-α | 3 | 3,026·10–19 | 656,279 | 656,208 | +0,071 |
| H-β | 4 | 4,085·10–19 | 486,135 | 486,08 | +0,055 |
| H-γ | 5 | 4,575·10–19 | 434,047 | 434,0 | +0,047 |
| H-δ | 6 | 4,841·10–19 | 410,173 | 410,13 | +0,043 |
Por tanto, este modelo explicaba el comportamiento y la estructura del átomo (monoelectrónico) de hidrógeno —con la serie de Balmer (1885) ya comentada en la Tabla 1, pero también las series de Lyman (1906) y Paschen (1908), las únicas publicadas hasta ese momento, así como las que aparecerían después: las series de Brackett (1922), Pfund (1924) y Humphreys (1953)—, pero no el de los átomos polielectrónicos, lo que sumado a la contradicción de la teoría electromagnética de Maxwell (y de la Mecánica clásica), el modelo debía ser revisado. Posteriormente Sommefield (1916a,b) propuso tres modificaciones al modelo de Bohr que apoyaban el modelo cuántico con la introducción, entre otras afirmaciones, de órbitas elípticas y dos números cuánticos a mayores del principal (n).
Bohr N (1913) On the Constitution of Atoms and Molecules. The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science Philosophical Magazine 26(151): 1–25. doi: 10.1080/14786441308634955
Chang R (2006) Principios esenciales de Química General. McGraw Hill, Madrid
Coulomb CA (1785) Premier Mémoire sur l’Électricité et le Magnétisme. Histoire de l’Académie Royale des Sciences: 569–577
Mermin DN (1985) Is the Moon there when nobody looks? Reality and the quantum theory. Physics Today 78(1): 28–39 doi 10.1063/pt.hsjm.vbey
Rutherford E (1911) The scattering of α and β particles by matter and the structure of the atom. The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science 21(125): 669–688 doi: 10.1080/14786440508637080
Sommerfeld (1916a) Zur Quantentheorie der Spektrallinien. Physikalische Zeitschrift 356(17): 1–94 doi 10.1002/andp.19163561702
Sommerfeld (1916b) Zur Quantentheorie der Spektrallinien. Physikalische Zeitschrift 356(18): 125–167 doi 10.1002/andp.19163561802
Tiesinga E, Mohr PJ, Newell DB, Taylor BN (2021) CODATA recommended values of the fundamental physical constants: 2018*. Reviewa of Modern Physics 93(2): 1–63 doi 10.1103/RevModPhys.93.025010
El modelo atómico de Bohr (1913) es una explicación mecano-cuántica a la discontinuidad del espectro atómico, que surge de la contradicción del modelo planetario de Rutherford (1911) con las leyes de Maxwell (una carga eléctrica acelerada debe emitir ondas electromagnéticas) y su imposibilidad de explicar la discontinuidad del espectro atómico (si los átomos se mueven en órbitas circulares, el espectro debería ser continuo), cuyos tres postulados fundamentales son:
$$L = m_evr = n \frac{h}{2\pi}$$
donde me es la masa del electrón —9,1093837015·10–31 kg (Tiesinga et al. 2021)—, v la velocidad del electrón (m·s–1), r el radio de la órbita (m), h la constante de Planck o cuanto —6,62607015·10–34 J·Hz–1 (Tiesinga et al. 2021)— y n el nivel de energía o número cuántico principal ($n = 1,2,3,\ldots \in \mathbb{N}$). Las leyes de Maxwell no imponen una restricción permitiendo la variación continua del momento angular y, por ende, del radio orbital.
$$E_{\text{fotón}} = \Delta E = E_{\text{final}} – E_{\text{inicial}} = hf=h \dfrac{c}{\lambda}$$
donde f es la frecuencia del electrón (Hz), c la velocidad de la luz en el vacío —299792458 m·s–1 (Tiesinga et al. 2021)— y λ la longitud de onda (m–1). Las leyes de Maxwell predicen que el electrón debe acelerarse y caer en una trayectoria espiral hasta el núcleo mientras irradia energía de forma continua produciendo un espectro continuo, sin embargo, en este postulado se rompe la relación entre la frecuencia de la órbita del electrón y la frecuencia del fotón, ya que esta última solamente depende de la diferencia de energía (mecánica) del electrón entre dos niveles de energia, algo contraintuitivo en la Mecánica clásica.
Figura 1.1. Liberación de un fotón como liberación de energía debido al salto de un electrón desde un nivel de energía superior a uno inferior (Chang 2006).
Para calcular la energía mecánica del electrón en la órbita permitida se necesita deducir el radio de la órbita (r), el cual se obtiene a partir del equilibrio entre la fuerza electrostática debida a la atracción del electrón (qe) por parte del protón del núcleo (qp) —ley de Coulomb (1785)— y de la fuerza centrípeta debida a la segunda ley de Newton (ley de la dinámica):
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{q_pq_e}{r^2}=m_ea_n,$$donde ε0 es la permitividad del vacío —su valor es 8,8541878128·10–12 F·m–1 (Tiesinga et al. 2021)—, y teniendo en cuenta que qp y qe se pueden sustituir por +Ze —en el átomo de hidrogeno Z = 1 y |qp| = |qe| = e = 1,602176634·10–19 C (Tiesinga et al. 2021)— y que en un movimiento circular $a_n=v^2/r$, se tiene:
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r^2}=m_e\dfrac{v^2}{r},$$donde me es la masa del electrón —su valor es 9,1093837015·10–31 kg (Tiesinga et al. 2021)—, v es la velocidad orbital del electrón (m·s–1) y r la distancia al núcleo (m). Por otro lado, del segundo postulado $L = m_evr = n \frac{h}{2\pi}$ se despeja la velocidad orbital del electrón:
$$v = \frac{nh}{2\pi m_er}$$que al sustituir en la ecuación de equilibrio de fuerzas resulta:
$$\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r^2}=m_e\frac{(\frac{nh}{2\pi m_er})^2}{r}=\frac{n^2h^2}{4\pi^2m_er^3},$$y se despeja el radio orbital (r):
$$r=\frac{n^2h^2\epsilon_0}{\pi m_eZe^2}.$$Una vez determinado el radio, la energía cinética asociada al electron en la órbita (Ec) es:
$$E_c=\dfrac{1}{2}m_ev^2=\dfrac{1}{2}(\dfrac{1}{4\pi\epsilon_0}\dfrac{Ze^2}{r})=\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0r},$$y la energia potencial (Ep):
$$E_p=-2E_c=-\dfrac{Ze^2}{4\pi\epsilon_0r},$$cuyo signo negativo implica atracción del electrón por el núcleo, resultando finalmente la energía mecánica (Em):
$$E_m=E_c+E_p=-\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0r}.$$Si se sustituye el radio en la ecuación anterior se tiene Em dependiente únicamente del nivel de energía (n) y de constantes universales:
$$E_m=-\dfrac{Ze^2}{8\pi\epsilon_0(\frac{n^2h^2\epsilon_0}{\pi m_eZe^2})}=-\dfrac{Z^2e^4m_e}{8\epsilon_0^2n^2h^2}.$$Si se aglutinan todas las constantes naturales en una sola, la denominada constante de Rydberg $R_H=\dfrac{e^4m_e}{8\epsilon_0^2h^2}$ — 13,605693122994 eV o su equivalente es 2,1798723611035·10–18 J (Tiesinga et al. 2021)—, se tiene:
$$E_m=-\dfrac{ZR_H}{n^2}\simeq-13,6\dfrac{Z}{n^2}.$$Entonces, para el átomo de Hidrogeno (Z = 1), la energia mecánica asociada a cada electrón en los diferentes niveles de energía (n = 1, 2, 3…) es:
$$E_1\simeq-13,6\dfrac{1}{1^2} =-13,6 eV,$$ $$E_2\simeq-13,6\dfrac{1}{2^2} =-3,4 eV,$$ $$E_3\simeq-13,6\dfrac{1}{3^2} =-1,51 eV,$$de lo que se deduce que en el infinito el electrón está liberado, ya que $E_\infty = 0 eV$. Entonces, de acuerdo con los valores de la energía mecánica anterior y al tercer postulado ($E_{\text{fotón}} = \Delta E = E_{\text{final}} – E_{\text{inicial}} = hf=hc/ \lambda$), se obtienen los mismos valores de longitud de onda para la serie serie de Balmer (1885), como se muestra en la Tabla 1.
Tabla 1. Comparación de los resultados de longitud de onda obtenidos por Bohr (1913) y la serie de Balmer (1885).
| Espectro | Nivel de energía, n | Efotón = En – E2 (J) | Predicción de Bohr (1913), λ (nm) | Predicción de Balmer (1885), λ (nm) | Error, Ea (nm) |
| H-α | 3 | 3,026·10–19 | 656,279 | 656,208 | +0,071 |
| H-β | 4 | 4,085·10–19 | 486,135 | 486,08 | +0,055 |
| H-γ | 5 | 4,575·10–19 | 434,047 | 434,0 | +0,047 |
| H-δ | 6 | 4,841·10–19 | 410,173 | 410,13 | +0,043 |
Por tanto, este modelo explicaba el comportamiento y la estructura del átomo (monoelectrónico) de hidrógeno —con la serie de Balmer (1885) ya comentada en la Tabla 1, pero también las series de Lyman (1906) y Paschen (1908), las únicas publicadas hasta ese momento, así como las que aparecerían después: las series de Brackett (1922), Pfund (1924) y Humphreys (1953)—, pero no el de los átomos polielectrónicos, lo que sumado a la contradicción de la teoría electromagnética de Maxwell (y de la Mecánica clásica), el modelo debía ser revisado. Posteriormente Sommefield (1916a,b) propuso tres modificaciones al modelo de Bohr que apoyaban el modelo cuántico con la introducción, entre otras afirmaciones, de órbitas elípticas y dos números cuánticos a mayores del principal (n).
Bohr N (1913) On the Constitution of Atoms and Molecules. The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science Philosophical Magazine 26(151): 1–25. doi: 10.1080/14786441308634955
Chang R (2006) Principios esenciales de Química General. McGraw Hill, Madrid
Coulomb CA (1785) Premier Mémoire sur l’Électricité et le Magnétisme. Histoire de l’Académie Royale des Sciences: 569–577
Mermin DN (1985) Is the Moon there when nobody looks? Reality and the quantum theory. Physics Today 78(1): 28–39 doi 10.1063/pt.hsjm.vbey
Rutherford E (1911) The scattering of α and β particles by matter and the structure of the atom. The London, Edinburgh, and Dublin Philosophical Magazine and Journal of Science 21(125): 669–688 doi: 10.1080/14786440508637080
Sommerfeld (1916a) Zur Quantentheorie der Spektrallinien. Physikalische Zeitschrift 356(17): 1–94 doi 10.1002/andp.19163561702
Sommerfeld (1916b) Zur Quantentheorie der Spektrallinien. Physikalische Zeitschrift 356(18): 125–167 doi 10.1002/andp.19163561802
Tiesinga E, Mohr PJ, Newell DB, Taylor BN (2021) CODATA recommended values of the fundamental physical constants: 2018*. Reviewa of Modern Physics 93(2): 1–63 doi 10.1103/RevModPhys.93.025010